¿POR QUÉ INSISTIMOS EN LO QUE NOS HACE DAÑO?
- Latriglia´s Voice
- 30 nov 2017
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 31 mar 2020
He estado viendo a mí alrededor y analizando hace unos meses, y no sé porque se repite el patrón de insistir, insistir e insistir.

Cuando uno entra en relaciones no formales de salir con algún hombre y esa persona no se decide en dar el paso a “formalizar” o tienen una relación abierta, ahí hay algo que anda mal, es un algo que toca salir corriendo antes del mes, porque sí, por lo general se empieza a entrar la confusión, sintiendo de más, es ahí cuando empezamos a sufrir tontamente, porque ese alguien sigue saliendo con otras mujeres, empiezan los celos, la posesión y el desespero de no poder tener esa persona a nuestro lado.
Generalmente seguimos rogando e intentando tener algo serio con esta persona, pero siguen los desplantes, “lo que tú me hagas yo te hago” y se empieza a tornar en una relación tóxica que dura meses.
A esto toca sumarle la hiperventilación que él nos provoca cada vez que lo vemos, nos escribe o nos hablan de él, entonces empezamos a rondar y frecuentar los lugares que él suele ir y así podernos encontrar “casualmente” montándole la cacería y la perseguidora a ver si está coqueteando o está con alguna otra mujer, si no está ahí, empezamos a crearnos películas: dónde estará y con quién estará.
Empieza también la competencia en las redes sociales, mientras estos sujetos lo pueden hacer a escondidas subirán uno que otro instastorie o foto en Instagram con sus amigos bebiendo o de fiesta, mientras nosotras no paramos de subir pendejas a las redes sociales para demostrarles que nosotras también nos emborrachamos, salimos de fiesta y tenemos mil amigos, o aún más tontas, nos vemos con ese “amigo” con el que nos celaba.
No paramos de meternos en sus perfiles de redes sociales o de sus amigos para tratar de seguir qué hace, con quién, dónde está, a quién agregó y por qué.
Literalmente nos roban la calma, la paz existencial. No dejamos de hablar de ellos, de pensar en ellos, matándonos la cabeza pensando qué harán y qué no harán.
Ahora por otro lado, no crean que esto es solo por parte de nosotras, es muy difícil superar este tipo de relaciones, cuando estos ni nos tienen ni nos sueltan, Con actos donde se desaparecen una semana y aparecen borrachos con llamadas a altas horas de la madrugada diciendo que nos extrañan y nosotras obviamente les contestamos y les creemos, y en la mañana siguiente, despertamos dándonos golpes de pecho, repitiéndonos “qué idiota haberle contestado”.
Igual seguimos las conversaciones dos o tres días hasta que muere o hacemos algún reclamo y termina en pelea. Y se desaparece una semana y vuelve y se repite este círculo vicioso.
Niñas: tenemos que decirle NO a esto, tenemos que coger valor para no caer en este juego tan perjudicial que lo único que hace, es dañarnos por dentro y empezar a desconfiar hasta de la sombra. Valemos mucho y si este tipo de hombres no nos está valorando y no quiere nada serio, es porque no lo llenamos del todo, y sí, duele admitirlo, duele en el ego, en el orgullo y en la dignidad, pero tenemos que aprender a perder y no caer en ese juego pendejo.
No nos llenemos de excusas como: “es que él me dijo, él me prometió, él me demostró” ¡NO! El que quiere estar contigo, está.
Yo sé que es muy duro ponerle punto final a esas historias enredadas, pero es eso o alargar la historia del sufrimiento.
Comments